El “estado de no confrontación” no es una parálisis improductiva del cuerpo, sino la recuperación de una condición primigenia de la comprensión de un mundo sin objetos y sin sujetos. Como modo-de-ser-en-el-mundo, el sazen implica una aperturidad limpia de significaciones, purificada de signos y vacía de ego trascendental (sin yo soy, sin yo pienso- porque justo ni se es ni se piensa nada). En el sazen, la sensocorporeidad así expresada, no se representa el mundo ni se contemplan sus representaciones a la manera de hace una análisis o un modelo, sino que se habita en la nada, aún carente de palabra. Cuando se sale de esta posición se sale al encuentro del mundo para un yo, en el que se hace la comprensión de “un yo que no es un yo” y en el que acontece la comprensión del mundo de una manera renovada y diferente. “Para la persona que se levanta del sazen todas las cosas que se confrontan con el sujeto y todas las cosas que se confrontan por el sujeto son –para decirlo en términos budistas- budas, bodhisattvas y seres vivientes”
abril 22, 2008
Sazen y Facticidad II
abril 20, 2008
Zasen y facticidad I
abril 16, 2008
Bateson (III)
La ciencia no prueba nada
abril 15, 2008
Bateson (II)
El pensamiento de Bateson es, efectivamente, una pauta necesaria que contribuye al esclarecimiento de cómo se produce nuestro conocimiento, nuestra percepción, nuestras relaciones y, en fin, la vida. Quisiéramos a continuación ennumerar algunas de las ideas más significativas del pensamiento de Bateson alrededor del concepto de diferencia, con la única pretensión de acercarnos a sus formulaciones generales, para después enfatizar algunos aspectos de las mismas.
La diferencia
abril 13, 2008
Bateson (I)
abril 09, 2008
Enseñar Filosofía? ( VII y último)
La filosofía entendida como un camino del pensar, hace que el pensamiento mismo se convierta en una decisión que se ilumina desde una elección. No es lo mismo elegir que decidir, pues a veces se elige sin decisión (habladurías), en cambio no se pueden tomar verdaderas decisiones si no hay elección previa, incluso cuando parece que una situación dada es un callejón sin salida y no tenemos elección ante ella. El pensar (la filosofía) vuelve clara una elección para que se tome una decisión. Escuchar y atender en silencio son cuestiones inherentes a la toma de decisiones. La filosofía nos muestra qué debemos elegir para decidir ante situaciones en que nos pone la vida misma. La filosofía nos muestra caminos para discernir, ante posibilidades a elegir, para tomar una decisión y hacerse cargo de sus consecuencias. Esas consecuencias de las decisiones conforman caminos que se hacen al andar, fuera de la indecisión que provoca las comodidades de la relativización del conocimiento. La consecuencia de creer que “todo es relativo” es la indecisión, la falta de camino y por ello la ausencia del pensar. Otra tarea del pensar la constituye la distancia, que reclama libertad, entre el poder y el pensamiento. Distancia ante el poder del Estado, al poder mediático, al poder institucional e institucionalizante (como el que ha hecho creer que la filosofía en una disciplina entre otras, que se enseña junto a otras y como otras). Se trata –dice Badiou- de “medir esa distancia y saber si podemos franquerla o no”. Una tercera tarea concreta, un tercer camino posible, es saber distinguir estados de excepción en la vida. Un estado de excepción es un acontecimiento concreto de ruptura con lo ordinario. La línea es delgada y sutil: se trata de distinguir en lo ordinario aquello que de suyo es extraordinario. Lo extraordinario de la vida ocurre cuando la tradición es ruptura y hay entonces una verdadera “tradición de ruptura” (Paz), sin necesidad de vanguardias. A ello conduce el camino del pensar y también por eso no pierde suelo, pues parte de lo ordinario que se rompe, que se hace estallar en una situación de vida concretísima dada. Badiou piensa que en el momento en que la filosofía es algo que tiene importancia para la vida es cuando resulta ser algo más que una disciplina académica.
abril 07, 2008
Enseñar Filosofía? (VI)
abril 04, 2008
Enseñar Filosofía? (V)
A la filosofía, pese a las apariencias, no la marcan los cánones griegos. Si para apropiarnos del pensamiento filosófico debemos centrarnos en el pensamiento mismo, entonces se podría llamar a la filosofía, simple y llanamente, pensamiento. Pero como no hay un solo pensamiento, es conveniente hablar de pluralidad de pensamientos: caminos de pensamiento. Caminos del pensar. Los caminos del pensar son más vastos y remotos que los que sólo se sitúan en torno a