abril 22, 2008

Sazen y Facticidad II

El “estado de no confrontación” no es una parálisis improductiva del cuerpo, sino la recuperación de una condición primigenia de la comprensión de un mundo sin objetos y sin sujetos. Como modo-de-ser-en-el-mundo, el sazen implica una aperturidad limpia de significaciones, purificada de signos y vacía de ego trascendental (sin yo soy, sin yo pienso- porque justo ni se es ni se piensa nada). En el sazen, la sensocorporeidad así expresada, no se representa el mundo ni se contemplan sus representaciones a la manera de hace una análisis o un modelo, sino que se habita en la nada, aún carente de palabra. Cuando se sale de esta posición se sale al encuentro del mundo para un yo, en el que se hace la comprensión de “un yo que no es un yo” y en el que acontece la comprensión del mundo de una manera renovada y diferente. “Para la persona que se levanta del sazen todas las cosas que se confrontan con el sujeto y todas las cosas que se confrontan por el sujeto son –para decirlo en términos budistas- budas, bodhisattvas y seres vivientes”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Meditar sentado o en postura de loto implica también una apertura total al mundo, como un ser en el mundo y efectivamente sin el “yo” que implica también un “dejar de ser vasija en el mundo” lo cual te remite a vivir y no contener ya nada.

Marco Antonio Millán dijo...

Lo has dicho muy bien...y hay que insistir en ello...gracias.