julio 09, 2012

Los colibríes

No distingo
con claridad
la ausencia
ni sus desatinos
embarrados de mentiras
siniestras.

Posan los colibríes
en el aletear centellante
ante una mirada esquiva
que ha huído
de la casa común.

Tres de cuatro perros
ladran
sin tu presencia. El
viejo que decías querer
aún brinca sin tí.

Siempre cargando
con lo ajeno
no hubo tiempo
de lo nuestro
y así te vas.

Envejecer juntos
igual que
adoptar un infante
fueron anhelos que
diluyéndose
se hundieron.

Ahora tengo
cuarentaycuatro largos
años y diecinueve
de cultivar un jardín
sin flor. Aunque aún
posan los colibríes.