febrero 26, 2008

En la feria del libro de Mineria

Una de las agradables sorpresa de la FIL de este año, fue el poder hallar, destacado entre novedades editoriales, el Tomo III de la Obra reunida de Ernesto de la Peña. Desde el don de sabio que posee, incluida su estampa de un Alfonso Reyes del siglo XXI, no me sorprendió encontrar que la quinta y última parte del libro es de Poesía: "palabras para el desencuentro"...una muestra:

Hay hoteles, dinero, amigos inconexos,
hay tus cartas, los núbiles aviones,
el parque que te vio, las azaleas,
el balcón detenido en instantánea
cuando cruzaste la pierna para un retrato póstumo.

Selecciono un fragmento no de poesía erudita, que la hay, sino de la sencillez de los instantes de la vida en que todo acontece por primera vez y para siempre. ¿Desde dónde acontece la poesía para el pensamiento?

febrero 23, 2008

Novedad bibliográfica de notorio interés

Apenas hace unos días tuve ocasión de, por fin, tener en mis manos el libro de mi amigo Fernando García Masip. Como ocasión oportuna y afortunado azar yo había leído el impreso antes de ser formalmente publicado por la UIA y, entonces, realicé algunas observaciones a la obra, que ahora pongo en este lugar, con el ánimo de mostrar por qué se trata de una obra relevante. Destaco tres puntos, de las muchas bondades que yo encuentro:

Limpieza epistemológica: Una obra como la que se publica siempre puede sucumbir a la tentación de una corrección permanente que, sin duda, no es ajena, en primer lugar, a quien la escribió. No obstante que lo anterior es peculiaridad intrínseca a toda obra valiosa, la que se presenta en este informe merece, a todas luces, ser considerada como una exposición clara y, por demás, precisa, vista desde los objetivos que se propone alcanzar ya desde la introducción. Particularmente Derrida y la Desconstrucción implican un esfuerzo de comprensión considerable dado que su propuesta filosófica arremete contra la “institucionalidad” de la filosofía y de la comunicación, sin embargo, la limpieza epistemológica de la exposición sistemática en la obra evaluada, consigue la difícil tarea de exponer los temas con rigor y, además –acaso más importante- con claridad. Esto es positivo si se considera que podrá ser leída por un filósofo de exigencia minuciosa en el detalle y de un comunicólogo ávido de densidad conceptual para su campo.Fertilidad: Para el campo de los estudios de la Comunicación la obra evaluada puede representar, epistemológicamente, un terreno de fundamentación teórica que fructifique en la alimentación directa, como fuente de consulta y referencia, en tesis de maestría y doctorado y aún de licenciatura. De la misma manera la obra tiene los alcances para hacer avanzar las discusiones teóricas en el poco explorado campo de la filosofía y epistemología de la comunicación.Consistencia interna: Las tesis que expone la obra a lo largo de su desarrollo son consistentes y nunca incurren en resultados contradictorios entre las diversas partes. La consistencia interna se hace palpable, también, en lo contradicente a las posturas tradicionales sobre temas de la comunicación que nos son más familiares: el lenguaje, la interpretación, la traducción, el habla, etc. La obra tampoco extrapola lo expuesto a terrenos desconocidos intentando abarcarlo todo, sino que fija muy bien sus alcances y sus límites teóricos.

En resumen una obra que hay que adquirir en el stand correspondiente de la UIA en la Feria del Libro del Palacio de Mineria. García Masip, F. Comunicación y Desconstrucción. El comcepto de comunicación a partir de la obra de Jacques Derrida, UIA, 2008.


febrero 22, 2008

Poema de G. Durand (que invita al pensar)

¡ Oh Hermes, Mercurios Paradoxus¡

Bastardo ínfimo, como Jesús en su pesebre de paja;

Viejo sabio tres veces grande, Hermes Trismegistos

Más alado que el amor; ladrón como Prometeo,

Doble como tu hijo nacido de Afrodita,

Mensajero del tres veces cuatro, Gabriel;

Mentiroso como todas nuestras humanas verdades,

Astil de la balanza, inventor de la Lira

sin la que no hay armonía ni retribución,

Abuelo de toda Odisea, Padre de los Argonautas,

Proyector de Dionisio y de todas las encrucijadas,

Mediador divino de todo encuentro,

Posada de todo Eranos, de toda comida campestre.

No es en absoluto preciso subir a la Acrópolis:

Te invoco desde este lugar del que eres el Genio Secreto

Para que siempre mantengas ligados el azufre y la sal,

El Sol y la Luna.

Te invoco, Hijo que resplandeces en todo magisterio,

Filius philosophorum, para que enseñes a los hombres

Que ellos son Maestros en la Cámara del Medio.

Haz que siempre seamos espejo del Orden y de

la Sabiduría del Mundo, para los que la tiniebla

Es ya Aurora que surge,

Para los que el Mal y el Sufrimiento prometen flores,

Haz que nuestra ciencia del hombre sea humana,

Que nuestra vida y nuestra Alegría permanezcan

Eternamente por la ofrenda de nuestras noches y de nuestras contradicciones.

febrero 21, 2008

El acontecimiento de la Comunicación

¿Hay preguntas acerca de la comunicación? ¿Hay preguntas que pregunten acerca de la comunicación? ¿qué tipo de pregunta es la pregunta que pregunta acerca de si hay preguntas sobre la comunicación? ¿qué significa que haya preguntas? Lo que hay, eso sí, son respuestas o propuestas acerca de la comunicación, que se han preguntado “qué es la comunicación”, pero no hay puestas en escena acerca de la pregunta que pregunta acerca de la comunicación. Exijámonos aclarar esto. Una pregunta no es una proposición entre signos de interrogación. Una pregunta científica, por ejemplo, está fijada de antemano por su objeto, algunas preguntas acerca de la Comunicación intentan fijarse, previamente, a objetos de antemano calculados o presupuestos para arribar a puertos de llegada más o menos seguros en rutas marítimas que llamamos teorías, e incluso, preguntas de investigación o, simple y llanamente métodos: sus preguntas sí son proposiciones entre signos de interrogación. La pregunta acerca de la pregunta de la comunicación, sin embargo, no espera demostrar nada, ni proponer cosa alguna, sino que quiere poner en evidencia el libre disponer vinculante de toda pregunta, de la pregunta misma, por eso esperamos poner en escena algo acerca de la Comunicación y no proponer simples posibilidades. Preguntar es inherente a comunicar, pero no por ello sólo queremos decir que ya el preguntar es una forma del comunicar, sería simplificar en exceso. Queremos decir, más bien, que la atención al modo de acceder a una pregunta acerca de la comunicación deberá conducirnos al sentido último de la Comunicación misma. A eso nos arriesgamos.

La filosofía no es una visión, ni aún cosmovisión, del mundo. Tampoco es una enumeración histórica de ideas ni compendio alguno de autores, escuelas o debates. Poco se entenderá su sentido, si a la filosofía se persiste en nombrarla como “amor a la sabiduría”. ¿Cómo y dónde debemos encontrar su sentido auténtico y último? ¿es posible comunicar su enseñanza?