abril 20, 2008

Zasen y facticidad I

Con Ueda, la escuela de Kyoto distingue cuatro posturas básicas del cuerpo: caminar, estar de pie, sentarse y yacer. Y, al contrario que en Occidente, no es la postura erguida que me encara al mundo la que recibe un trato relevante, sino la de estar sentado. En el budismo el estar sentado refleja una actitud fundamental ante el mundo, un camino del pensar concreto en el hacer fáctico. La tradicional postura de estar sentado con las piernas dobladas, en posición de loto, se le denomina zasen. El sentarse de esta manera (zasen) combina tensión (seiza) y relajación (agura) como una expresión de un modo de ser –y nunca de un mero sentarse cultural- de cara a un encuentro con la nada. Estar sentado en una relajada tensión deliberada implica no hacer nada con las manos ni piernas, pero sobre todo elimina la necesidad de hacer algo desde la “superioridad” de un “animal racional” erguido. En el estar sentado del sazen no cuenta tanto el decidir no hacer nada, como la verdadera incapacidad de hacerlo fácticamente. En todo caso se podría hablar de la deliberada decisión de imposibilitar el hacer algo: hacer nada. Hacer acontecer la nada, desde la facticidad sensocorporal y no desde la especulación abstracta. Ueda puntualiza: “Los ojos, aunque permanezcan abiertos, no miran nada en particular, simplemente están abiertos a una apertura luminosa, una apertura que no pertenece a la clase de apertura en la que el yo es el centro. Cuando estamos en pie, también estamos abiertos al mundo, pero se trata de una apertura centrada inevitablemente en el yo y, por tanto, limitada al yo. En cambio, al estar sentado con las manos y las piernas inmóviles, sin mirar nada en particular, estando meramente en presencia de la luminosidad, no se es el centro sino que, sencillamente, se está abierto a la apertura infinita. Puede que nos parezca un estado ensimismado pero, en realidad, es mucho más significativo que eso: es un estado de no confrontación, en el cual ninguna cosa es considerada como un objeto(Ueda).

4 comentarios:

Unknown dijo...

El estar sentado en posición zasen es un estado de no confrontación, en donde ninguna cosa se considera como objeto. Entonces el que está sentado no se considera ni cosa ni objeto, simplemente ¿Se vuelve parte de la nada? Y ¿Llega a ser algo desde la nada?

Marco Antonio Millán dijo...

El que está sentado sólo está sentado. No es, siendo lo que es. Así ha sido siempre, pero arduo es comprenderlo. En eso estamos.

Anny dijo...

Es un poco complicado de entender y no se si estoy en lo correcto...Entonces significa estar inmerso en un mundo en el que nada existe, ni siquiera uno, dejar descansar nuestra mente de este contaminado mundo, para luego retomar todo y mirar diferente mas con el alma??? y ser parte de esto como un conjunto, todo es importante...
Estoy intentando entender, necesito un poco de ayuda...

Chorcha Chillys Willys dijo...

¿Y qué pasa con el estar de rodillas? Una posición poco budista, según parece. ¿Los budistas no se arrodillan ante nada o no saben que es bueno arrodillarse de vez en cuando? Por aquello del: "ves temblar, ¿y no te hincas?"