diciembre 22, 2010

No voy

Dos días y el hijo
se auto-otorga, ya
muerto: vuelve.

Mis viejas plumas
ya no están disponibles,
ni mi encerrada navaja
preferida que, otrora, una
sola vez empuñé.

Tenzin Gaytso acaricia
a su perro lanudo y así,
en la imagen, la compasión
se asoma nítida. Voy hacia
los míos sin tanta dicha, pero
con-pasión renovada.

El poeta de Vietnam
ha escrito más de setenta
y cinco libros. Me llama.
No siempre voy, las más de la veces
no voy. Ahora quiero ir,
pero no voy.

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